Neuropsicología

Consideramos necesario abordar la problemática emocional y conductual desde las edades más tempranas para poder intervenir desde el origen del problema y evitar que este se alargue y se cronifique en el tiempo. De esta manera podemos garantizar un adecuado desarrollo y conseguir un óptimo bienestar del menor.

La implicación de la familia más directa es fundamental para la adecuada evolución del niño ya que ellos son la principal figura de apego y de seguridad. Además, son una fuente importante de información. A la hora de intervenir es necesario llevar a la práctica aquellos aspectos trabajados en la sesión y, para esto, la colaboración familiar es indispensable. Del mismo modo, la participación del centro de referencia es igual de importante en aquellos casos en los que las dificultades estén relacionadas con el aprendizaje o con situaciones desarrolladas en el contexto escolar. Una vez finalizada la intervención, estos dos ámbitos (familia y escuela) son cruciales para un adecuado control de la evolución ya que, una vez más, son los que tienen un mayor contacto con el niño y los que poseen la información más directa.

El vínculo terapeuta-niño es fundamental para conseguir una adecuada intervención. Que el niño se sienta cómodo y en confianza fomentará un adecuado clima de trabajo.

El tratamiento psicológico con los niños se puede llevar a cabo de tres formas diferentes en función de las necesidades y objetivos. Estas son:

  • Directamente con el niño o adolescente
  • De forma indirecta a través de los padres
  • Indirectamente a través del apoyo y asesoramiento a los profesionales que trabajan con el menor

Intervenimos las siguientes áreas:

  • Problemas de conducta
  • Falta de habilidades sociales
  • Baja autoestima
  • Problemáticas del contexto Familiar
  • Bullying y otras problemáticas del contexto escolar
  • Orientación educativa a padres y educadores.
  • Trastornos del sueño
  • Trastornos alimentarios
  • Trastornos afectivos
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Miedos
  • Estrés
  • Tics
  • Pis nocturno
  • Dificultades atencionales
  • Trastornos del Neurodesarrollo (TDAH, TEA, Dislexia, Discalculia, Discapacidad intelectual, Trastornos del Lenguaje, etc)
  • Habilidades Motoras
  • Consecuencias emocionales asociadas a trastorno de aprendizaje y alta capacidad)

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